Protagonistas: Episodio 1
Una pasión que inspira: el rap como herramienta educativa
Gracias al programa ATR, este estilo de música se metió de lleno en la Secundaria 1 de Coronel Pringles. La historia de un grupo de estudiantes que, más que nunca, disfruta de ir a la escuela.

Máximo, que está en plena clase, escucha con atención un sonido lejano y enseguida piensa: “¿Están rapeando en la escuela?”. Su curiosidad le impide quedarse quieto. Solicita permiso para salir del aula y baja a toda velocidad. La música y ese ritmo tan particular se acercan a cada paso. Llega y abre los ojos hasta que se vuelven bien redondos. Confirmado: están rapeando.

“Bajé para ver y me llamó la atención. Pedí entrar al grupo y por suerte me dijeron que sí. Es muy lindo que la escuela te apoye”, cuenta Máximo, pura alegría.

El rap ingresó a la Secundaria 1 de Coronel Pringles a través del programa ATR: una iniciativa que comenzó en septiembre de 2020, para la revinculación, el fortalecimiento del vínculo pedagógico y la profundización de los aprendizajes, a raíz del impacto que causó la pandemia en el sistema educativo.

“Todo esto surgió en el programa ATR. Escuchando sus historias nos enteramos que ellos rapeaban y que no tenían un espacio seguro para hacerlo. Entonces la escuela tomó esa inquietud y trató de dar respuestas. Esto consistió en, a través de los profesores ATR, acompañarlos y organizarlos; ayudarlos a que pudieran mostrar su arte al resto de la comunidad educativa”, explica Marisol Ochoa, directora de la Secundaria, y agrega: “Lo más importante es el cuidado de nuestros y nuestros estudiantes y darles un lugar. En esta escuela, ellas y ellos son protagonistas”.

Las y los adolescentes que se sumaron a este grupo, modificaron completamente su vínculo con el estudio. Hubo una reconexión. Su pasión se trasladó de plazas cercanas al ámbito educativo. Incluso brota en los actos escolares, donde ahora es habitual que aparezcan discursos rapeados. Quienes tenían dificultades, pasaron a sentirse con mayor comodidad y participación.

“Nosotros veníamos de organizar competencias afuera, en la plaza, y se nos complicaba un poco. La escuela nos brindó un lugar, un espacio, y gracias a eso pudimos crecer un poco más”, asegura Alan, quien no oculta su pasión por este estilo de música. “Es bueno el ambiente, lo que se genera; tenemos una energía buena y los profesores siempre te están apoyando. La profesora de arte, por ejemplo, nos da lugar y nos consigue para rapear en los actos. Siempre nos están ayudando”, agrega Eric, feliz por esta oportunidad.

La Secundaria 1 de Coronel Pringles ya no es la misma. Conservó su esencia –esa convicción de acompañar a las y los adolescentes que siempre la caracterizó–, pero ahora está atravesada por el rap. Una pasión que inspira a sus estudiantes y los conecta con la escuela.

“¿Por qué no puedo mostrar algo que me gusta fuera de la escuela, dentro de la escuela?”, se preguntó hace tiempo Fabrizio, uno de los estudiantes precursores de este proyecto. Hoy él no sólo puede hacer rap en el ámbito escolar; lo incentiva a ir por más.