“La escuela pública además de compañeros te daba los amigos del barrio”

Gastón Laganá, bajista de Sueño de Pescado, nos cuenta su memoria de los tiempos en una escuela que inspiró buena parte de su imaginación artística y todavía alimenta su nostalgia. Aquí su historia…

Gastón Laganá, bajista de Sueño de Pescado con sus amigos

No soy alguien que tenga una memoria admirable, tengo el superpoder de recordar lo que pocas veces importa (sobretodo a los demás). 

De mi primer día en la primaria recuerdo pocas cosas pero si a mis compañeros porque la escuela pública de antes te daba eso de ser, además de compañero de aula, amigos del barrio. 

De la secundaria tengo algunas cosas más presentes a pesar del tiempo. 

Los chicos de la escuela

Fue en 1989 en el viejo Normal 3, un lugar desconocido para mí, lejos de la comodidad y el confort de mi barrio, donde no conocía de antemano a ningún compañero. Simplemente trate de pasar desapercibido y acomodarme cerca de quien creía estaba en la misma que yo. Tengo como recuerdo colores de esos primeros días, no se por que, colores brillantes y algo similar al reflejo del sol, ni voces ni figuras solo eso. No hay mucho de romántico ni atrapante en esos días donde el pelo estilo top gun y los nevados de Angelo Paolo no permitían que te diferencies del que tenías al lado.

De ese primer día, primera semana o primer año si recuerdo que fue el inicio de los furiosos 90, que cambiaron para siempre mi vida en todo sentido. Desde aquel primer día difícil, casi hostil, al despertar de las ideas, las marchas, los debates, el positivismo de José Ingenieros y el rock que el viejo Normal 3 destilaba por cada puerta y ventana. 

De ese  primer curso no me quedó mucho para contar, excepto ese despertar definitivo en mi corazón y mi cabeza que arrastro hasta hoy a mis 47, bueno no parece poco en verdad. Quizás sea la forma de no dejar escapar nunca al niño que llevo adentro, quizás solo sea una de las marcas imborrables que da la vida en el inicio de cada etapa.