Entrevista a Narella Senra, desde Qatar

“Quiero hablar de cómo se vive en un país diferente”

Narella Senra

Nani Senra es periodista deportiva. Su currículum académico la señala como Licenciada en Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata, en la orientación Periodismo. Es que desde que tiene “memoria” soñó con “comunicar”. “Eso contestaba cuando me preguntaban que quería ser cuando fuera grande”, advierte. Esa vocación primera vino luego a combinarse con otra: el fútbol. Rescata las posibilidades que le brindó la educación pública para cumplir con sus deseos profesionales, “porque siento que recibí una formación social más allá de la técnica”. Dice que la educación “le dio valores y un compromiso social muy grande”. Ahora, la podemos ver como periodista en Qatar. Un sueño hecho realidad.

M: ¿Cómo te sentís a partir de esta oportunidad de estar en el Mundial de Qatar?

N.S: Bueno, entiendo que cada profesional, cada trabajador, se fija diferentes objetivos en su carrera. En lo personal cubrir el mundial me parece el mejor reconocimiento al esfuerzo que siento haber hecho todos estos años, incluyendo mi preparación, aún en los años de trabajo no remunerado. O sea, hablo de las prácticas, las famosas inferiores dentro del periodismo que ya las conocemos y muy bien. Y también me refiero al periodismo deportivo, con su famosa práctica de ir a cancha a cubrir un equipo, para empezar a salir un poquito en programas de radio, un poquito en un programa de tele, todo sin remuneración alguna.  Así que, el mejor reconocimiento a todos esos años de sacrificio, de esfuerzo, de voluntad… siento que todo eso se paga con poder cubrir un mundial.

M: ¿La profesión de periodista deportiva requiere de mucho esfuerzo personal?

N.S: Personal y colectivo. A mí me parece que ahora estoy a mano con la profesión, porque siempre digo -y lo pienso- que el periodismo por momentos es una profesión ingrata. Es la que elegí, es la que amo, pero exige mucho y paga poco. Entonces, me parece que con el mundial se terminan de poner al día. Digo: “La vida me devuelve todo el esfuerzo que hice, mirando para atrás”.

M: ¿Cómo te preparaste para el Mundial? 

N. S: Desde que me enteré que iba a estar en el Mundial, pienso tanto en los partidos de fútbol, o sea en el acontecimiento deportivo, como también en lo extra deportivo. Pienso en lo importante que va a ser generar más y mejores vínculos con mis compañeros, fortalecer la confianza con ellos. Me parece que es clave, para trabajar en un buen ambiente de trabajo y para mejorar el clima laboral y tener una buena relación con compañeros, conocer de sus vidas, algo que quizás en la vorágine de nuestro trabajo diario no lo podemos hacer. Allí (en Qatar) con más tiempo me parece que eso se va a lograr.

M: ¿Cómo es tu experiencia en Qatar?

N.S: Ni hablar que la sede de este Mundial es particular, extraña y exótica. Esa condición, me parece, agrega un condimento especial a la labor periodística, porque es una cultura totalmente ajena y alejada a la que tenemos en occidente. Se generó mucha expectativa en torno a eso desde hace tiempo y es un tema del que se viene hablando hace rato: de las costumbres, de algunas restricciones que pueden llegar a haber y que nos chocan, así que también tengo mucha expectativa. Tengo ganas de hablar de fútbol, pero también tengo ganas de mostrar cómo se vive en un país tan diferente al nuestro.

M: ¿Te sentís una representante de la mujer en el mundo del fútbol? 

N.S: Las razones por las que una empresa selecciona a su stand de periodistas para viajar, obviamente, tiene que ver con la capacidad y con el esfuerzo diario, con el sacrificio, pero también es un reconocimiento a las trayectorias. Por eso hay periodistas que nunca faltan a los mundiales, porque hay un reconocimiento a la trayectoria. Al tener las mujeres menos trayectoria en el ámbito deportivo, porque hace menos años que se nos abrieron las puertas, el hecho de que estemos ahí me parece que es también un reconocimiento doble. Porque ahí no hay tanto reconocimiento a la trayectoria, hay un reconocimiento a la capacidad y al sacrificio diario y no tanto a la trayectoria. Las mujeres con trayectoria son pocas, las contás con una mano. Somos pocas las mujeres en el mundo del fútbol y muchas menos las que tienen trayectoria, así que nuestra participación en el Mundial deriva de la demostración de que tenemos capacidad.

M: ¿De qué manera te preparaste profesionalmente para una cobertura que estará en los ojos del mundo? 

N. S: Es mi primer mundial, así que estoy descubriendo la forma en la que tengo que preparar este acontecimiento empezando por el lugar, por el destino, tratando de entender la idiosincrasia, la cultura con la que me voy a encontrar, estudiando cómo fue el desarrollo de la infraestructura para que se pueda organizar el evento ahí, cómo son los estadios, qué le genera a Qatar como país el hecho de albergar este acontecimiento, que le genera a la gente, a la población…  En fin,  estudiar todo eso, que no tiene que ver con lo deportivo. También estudio a cada seleccionado; trato de ir recogiendo información acerca de sus participaciones en los mundiales, sus aspiraciones. Estudio para conocer en profundidad a los entrenadores y su idea, cuáles son los objetivos de cada selección -que varían muchísimo-, conocer a las grandes figuras de las selecciones, a las promesas, a los debutantes, un poquito de todo eso.

M: ¿Y cómo pensás vivir los partidos de Argentina?

N.S: Primero estoy haciendo principal hincapié en los rivales de Argentina y después me voy abriendo a los otros grupos. Eso es un trabajo recontra minucioso. Hay que aprender las pronunciaciones de muchos jugadores que, por más que uno consuma fútbol permanentemente, si digo que sé pronunciar los apellidos de los 26 jugadores de Senegal estaría mintiendo, o de Japón. Entonces hay un estudio ahí también de las pronunciaciones, porque parte de la responsabilidad es hablar de todas las selecciones como si fuesen la selección que uno conoce: la selección Argentina. 

M: Microscopía te desea mucha suerte…

NS: Gracias, soy amiga de quienes la hacen, y la hacen maravillosamente.