¿Cómo va a mirar el mundial de Qatar una referí bonaerense?

Durante su primera juventud, Daiana Ilari había decidido que su futuro estaba ligado a la carrera de Comunicación Social. Nació en Pehuajó el 25 de agosto de 1988. Llegó a la Universidad Nacional de La Plata para darle rienda suelta a esa vocación. Sin embargo, el destino le tenía preparada una sorpresa, un futuro diferente y, por cierto, bastante particular: una actividad en la que, a priori, no había pensado.

Daiana Ilari en la cancha junto a los dos capitanes de los equipos arroja una moneda

Allá, en la tierra de Manuelita, donde los sonidos se escuchan desde más lejos, a Daiana los gritos de gol acaso la emocionaban. Así se lo contaban su mamá y su papá, a quienes la afición de la nena les facilitaba la elección de los regalos: una pelota siempre la hacía feliz. Aún antes de sus primeros pasos, a Daiana le gustaba el fútbol. Y acaso también la justicia que cada enfrentamiento merecía, libre de malas intenciones o intereses ajenos a su esencia.

La idea de transformarse en referí, sin embargo, surgió de casualidad. Quien hoy es su pareja, que también es árbitro, le propuso que se anotara en el curso. Además, como coincidencia, las circunstancias la encontraron en el proceso de la tesis para la Licenciatura en Comunicación Social. Es que –imaginó– si el curso de árbitra podía contribuir a su formación, que rumbeaba hacia el periodismo deportivo, donde el fútbol es un poco rey.

Así, asistió al recorrido teórico del arbitraje, que se realizaba en la sede de la Liga Amateur Platense. Daiana recuerda que al realizar “las primeras prácticas en campo, ya que te van dando partidos de Infantiles y así vas subiendo de categorías”; es ahí, en ese recorrido, cuando se enamoró del arbitraje y encontró en él un estilo de vida, que la hace feliz.

“La posibilidad de estar dentro del campo de juego y ser parte del encuentro, además desde una óptica que muy pocos tienen, y vivir el fútbol desde adentro y como árbitro no tiene comparación”, subraya.

Daiana, en otro momento sintió el fútbol como jugadora, desde otra perspectiva, y hoy, su vida sigue moviéndose sobre el rectángulo verde, feliz cómo todo aquel que ama este deporte. Es una apasionada del arbitraje, es una protagonista indispensable de un partido de fútbol y eso le produce una satisfacción enorme.

Este siglo es especial. Las mujeres están abriendo muchas puertas e incursionando cada vez más en espacios que antes eran netamente masculinos, el desarrollo del arbitraje femenino va en ese sentido y en crecimiento.

El mundo del fútbol evoluciona año tras año gracias a los avances tecnológicos, los cambios de reglamento y, desde hace varios años, con la inclusión de la mujer en este deporte. De hecho, hablar de equipos de fútbol femenino es algo muy normal, como la cantidad de mujeres árbitras dirigiendo a varones.

Las conquistas han sido muy amplias y si bien todavía quedan varias cosas por revisar en cuestiones de igualdad, lo que es importante es el cambio de mentalidad.

Por ejemplo, la FIFA, es la encargada de anunciar que el arbitraje femenino tendrá seis representantes en este Mundial de Qatar 2022 por primera vez en la historia. De esta manera, se impone la calidad de la tarea y no el género que la ejerce, algo que ya está demostrado.

En la formación para cualquier disciplina, la educación es fundamental. No obstante, la teoría debe estar acompañada de manera constante, lo que incluye conocer de “pe a pa” cada una de las reglas de juego. En consecuencia, se necesita un trabajo integral desde el aspecto físico, teórico, táctico y psicológico.

La presencia de mujeres en espacios de poder, o en sitios donde históricamente han sido comandados por hombres, es necesaria y urgente.

Daina sostiene y desea que haya más mujeres en puestos de toma de decisiones. El fútbol comenzó a tenerlas, y ojalá sea para siempre, aunque la joven insiste en que tal situación debe darse “no por el simple hecho de estar, sino con la convicción de la idoneidad en el rol”.

A la hora contar cuál será su postura cuando vea el Mundial de Qatar, afirma que es incapaz de criticar a un referí. “Juzgar a un colega ¡jamás!”, remarca y afirma que de “lo que se trata es de entender, aprender, observar detalles de profesionales del arbitraje”. También agrega que “disfrutar” será otra dimensión de la observación, así como “también apoyar a Facundo Tello y Gabriel Chade, que son nuestros representantes, para que tengan una gran labor”.

“Dirigir un mundial es un sueño gigante al que muy pocos acceden, así que hay que alegrarse, complacerse y apoyar a quienes representan a los argentinos en la competencia más importante del mundo”, opina Daiana.

Daiana es cautelosa y no quiere dar consejos a las chicas que desean emprender la actividad del referato, pero a aquellas que tengan una vocación como la suya, les sugiere “que no duden, prueben y se animen. Darle una posibilidad al arbitraje es algo maravilloso que, como cualquier profesión-vocación, demanda estudio, formación y aprendizaje constante. Hay que asumir la tarea con responsabilidad y, sobre todo, con mucha pasión”.

“Cuando se estudia con pasión se nutre no solo la mente sino también el corazón”, remata Daiana. Sus ojos se llenan de recuerdos y rememora aquellos goles que solía ver y escuchar en su ciudad, cuando solo era una pibita jugando a la pelota.