La revolución educativa de Estudiantes de La Plata
El club bonaerense, primero de América Latina en tener una escuela para sus futbolistas y que además cuenta con una carrera terciaria abierta a la comunidad, ahora consolidó una propuesta de Educación Secundaria para deportistas federados. Una historia única.
La epopeya de Estudiantes entre 1967 y 1970 es conocida por casi todos los futboleros: campeón a nivel nacional, interamericano y mundial, y tricampeón continental. Lo que construyó la institución platense en los últimos años en el ámbito educativo resultó tan disruptivo como aquella gesta. No se trata de una exageración porque, otra vez, realizó lo que nadie había hecho. Lo que ocurrió fue que como la revolución se dio en otro entorno, alejado de lo que más vende –el resultado deportivo–, lamentablemente no trascendió demasiado. Al menos hasta ahora.
¿Qué hizo Estudiantes de La Plata con respecto a la educación en los últimos diez años? A principios de 2015 se convirtió en el primer club de Latinoamérica en contar con un colegio para sus futbolistas, en 2020 abrió una carrera terciaria gratuita y abierta a toda la comunidad, y hace algunas semanas su propuesta de nivel secundario para deportistas federados recibió la aprobación de la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires. Estos tres sucesos son los más destacados... pero hay más.
“Nuestro proyecto educativo busca que los chicos que están metidos en el fútbol, con todo lo que eso implica, tengan un acompañamiento. Es fundamental que nosotros los ayudemos en su preparación de una forma integral: en lo deportivo y en lo educativo, pero también en lo social, en lo psicológico y en todas sus cuestiones personales que van desde lo financiero hasta lo sexual y de género”, le explica a Microscopía Juan Sebastián Verón, Presidente de Estudiantes.
“Se trata de un proyecto deportivo-educativo que apunta a formar chicos de una manera completa porque no sabemos qué van a terminar siendo: pueden firmar contrato y llegar a ser futbolistas profesionales o no. Por eso es clave acompañarlos y darles una formación que les sirva para el futuro, más allá de lo que pase”, agrega Verón.
Desde que abrió la escuela para sus futbolistas, el club entregó más de 370 títulos secundarios y en la actualidad cursan otros 180 estudiantes. La gran noticia del último tiempo es que el ejecutivo provincial, a través de la Resolución N° 2106/24, le dio el visto bueno a su plan educativo de Secundaria: un bachillerato con orientación en Educación Física para deportistas federados, de cuatro años de duración.
“Lo fundamental es que logramos dejar un modelo para el fútbol argentino. El reconocimiento de la Provincia es importante, pero la satisfacción más grande es que esto sirve a futuro: cuando un club quiera abrir un colegio para sus deportistas podrá tomar nuestra propuesta”, expresa Sebastián Turner, Director de Educación e Innovación de Estudiantes de La Plata.
“El club produjo un cambio cultural muy grande: logró unir dos mundos que antes eran incompatibles como el del fútbol y el de la educación. Esos caminos antes no se cruzaban, al punto de que las madres y los padres nos cuestionaban: ‘¿Por qué mi hijo tiene que estudiar si quiere ser futbolista?’. Hoy, algunos años después, las familias nos eligen porque tenemos una escuela y a los chicos se les da una formación que va más allá del deporte. Ojo, en realidad es lo que corresponde: ellos tienen el derecho a estudiar y nosotros tenemos la responsabilidad de que eso se cumpla”, amplía Turner, quien también es profesor de Historia e investigador.
Patricio Lorente, Secretario de Cultura y Educación de Estudiantes, se manifiesta en idéntica dirección: “La aprobación oficial del bachillerato de futbolistas como un modelo curricular especial, destinado a deportistas de alta competencia, permite consolidar una experiencia única en el país que les garantiza a los jugadores juveniles el derecho a la educación al mismo tiempo que desarrollan su carrera deportiva. Algunos de ellos lograrán su sueño de convertirse en profesionales y otros no, pero todos tendrán su título de Bachilleres con Orientación en Educación Física con el que podrán acceder a estudios superiores o incluso ingresar a la Universidad”.
“Gracias a este reconocimiento, todos los clubes podrán desarrollar iniciativas similares a partir de un modelo secundario que ofrece currícula, duración y carga horaria adaptadas a las exigencias del deporte de alta competencia”, añade Lorente que, además de su cargo en Estudiantes, se desempeña como Secretario General de la Universidad Nacional de La Plata.
Los jugadores de las divisiones inferiores del equipo platense deben estudiar. Eso es innegociable. Pueden hacerlo en el colegio del club o en cualquier otro, pero tienen la responsabilidad de finalizar la Secundaria. Incluso, si lo desean, tienen la posibilidad de continuar su formación dentro de la institución.
En 2020 Estudiantes lanzó una carrera terciaria y en 2023 homenajeó a sus primeros egresados, quienes recibieron el título de Técnicos Superiores en Prácticas Deportivas (una propuesta pública, gratuita y abierta a todo público, perteneciente a la Dirección General de Cultura y Educación bonaerense). Se trata de una carrera que inauguró Estudiantes y que es un paso previo al Profesorado en Educación Física.
“Más que una escuela para sus jugadores, el club tiene un proyecto educativo que apunta a que todos los que rodean al club tengan la posibilidad de continuar con su crecimiento”, asegura Sebastián Turner.
¿Por qué Turner dice “todos”? Porque Estudiantes también dicta diferentes talleres digitales (Marketing, Programador Web, Community Manager, Venta Digital y Big Data) y otros tantos cursos para adultos mayores.
“Estoy orgulloso de que Estudiantes se haya apartado de esa lógica perversa del fútbol en la cual a los chicos se les vende una ilusión de éxito, sin importar realmente lo que les pasará en el futuro. Hay dos chicos que no llegaron a primera división, pero terminaron el secundario con nosotros, se anotaron en el terciario y hoy son profes del club. Este tipo de historias nos llenan de orgullo”, cuenta Turner.
Si Estudiantes no tuviera su estadio terminado o no hubiera ganado un nuevo título, la gente pediría constantemente por esos objetivos. ¡Casi que los exigiría! Pero, ¿quién le hubiese reclamado a la comisión directiva si la institución careciera de un colegio para sus futbolistas o no contara con una carrera terciaria? ¿Habría alguna queja? En un contexto en el que todos están pendientes del resultado deportivo, el club platense eligió el sendero más sinuoso: el de construir un proyecto educativo que nadie le demandaba.
Entre 1967 y 1970 Estudiantes tildó varios logros inéditos: primer equipo por fuera de los cinco grandes en salir campeón de primera división en el profesionalismo, primero en ganar la Copa Interamericana, primero en ganar la Copa Libertadores tres veces consecutivas y, también, primero en consagrarse campeón del mundo como visitante en Inglaterra. En los últimos años volvió a realizar lo que nadie había hecho y provocó una nueva disrupción: la revolución educativa de Estudiantes de La Plata.
* Fotos: DGCyE y EDLP.