Educación para adultos: la modalidad que potenció las prácticas educativas en los sectores populares
En 1973, durante la tercera presidencia de Juan Domingo Perón, se originó la Dirección de Educación de Adultos en la provincia de Buenos Aires. No fue una casualidad sino que integró, por aquellos años, la Campaña de Reactivación de la Educación del Adulto (Crear) que posibilitó la creación de cinco mil centros educativos en todo el país y se extendió hasta 1975 con el objetivo de “fortalecer estas prácticas en los sectores populares”.
El cambio de orientación política y el advenimiento de la última dictadura cívica militar, el terrorismo de Estado y la violación de los derechos humanos tuvo su correlato en el sistema educativo en general y, particularmente, en lo que es la educación de adultos. Ya en democracia, en 1983, se implementó el Plan Nacional de Alfabetización, el cual intentó recuperar los lineamientos de la modalidad.

Con aciertos y bemoles históricos, la Dirección de Adultos de la Dirección General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires durante más de medio siglo viene garantizando el derecho a la educación para quienes no pudieron finalizar su escolaridad en la edad regular. Desde su creación, la Dirección ha estado comprometida con brindar oportunidades educativas a jóvenes y adultos, adaptando sus programas a las realidades sociales, económicas y culturales de cada época.
Una educación que transforma vidas
El foco de la modalidad es asegurar el acceso y la permanencia de jóvenes y adultos en el sistema educativo, ofreciendo una amplia gama de propuestas que van desde la finalización de estudios hasta programas de capacitación laboral. En la actualidad, miles de personas en todo el territorio provincial acceden a estos programas, que se implementan en escuelas de adultos, centros educativos de nivel secundario y espacios de formación profesional.
Primaria y secundaria para adultos, formación profesional y proyectos comunitarios, son tres pilares que se transforman en valores que van más allá de los contenidos, promoviendo la inclusión, la equidad y el respeto por las trayectorias de vida de cada persona. Quienes se acercan a las escuelas de adultos no solo buscan conocimientos, sino también la oportunidad de construir una nueva etapa en sus vidas, de alcanzar sus metas y de aportar al bienestar de sus familias y comunidades.
Una segunda oportunidad y un pasaporte a un futuro esperanzador
Como parte de un cambio, la educación para adultos se adapta a las diversas trayectorias personales, reconociendo que cada persona tiene un recorrido de vida distinto y necesidades educativas particulares.
Los programas ofrecen horarios y modalidades que se ajustan a las responsabilidades laborales y familiares de las y los estudiantes. Además, se erige como una puerta abierta para quienes, por diversas razones, no pudieron finalizar su escolaridad, ofreciendo una nueva oportunidad para avanzar en su desarrollo personal y profesional.

Los adultos no solo son receptores de conocimientos, sino también actores activos en su proceso de aprendizaje, aportando sus experiencias y saberes. En ese sentido, la modalidad sigue siendo una herramienta clave para promover la justicia social y el desarrollo. Desde la Dirección se está elaborando el documental "Pedagogía de la Esperanza" un recordatorio de que, a través de la educación, es posible construir un futuro con más oportunidades y menos desigualdades.
"Pedagogía de la Esperanza": la fuerza de las historias compartidas
El documental "Pedagogía de la Esperanza", nos invita a un recorrido por las voces de quienes han sido parte de este proceso educativo para adultos. A través de testimonios de docentes, estudiantes y egresados, se pone en relieve la capacidad de la educación para generar cambios profundos. Cada historia es un reflejo del esfuerzo y la resiliencia de quienes enfrentaron múltiples obstáculos para retomar sus estudios. Estos relatos evidencian que nunca es tarde para aprender, crecer y superarse.
El título del documental está inspirado en la obra de Paulo Freire, propone una visión de la educación como un acto de esperanza, un proceso que dignifica y empodera a las personas, dándoles las herramientas necesarias para transformar su realidad. El enfoque freiriano, basado en el diálogo y en la participación activa de los estudiantes, es un pilar fundamental en la pedagogía que guía el trabajo de la Dirección de Adultos.
A lo largo de la producción, se exploran los desafíos que enfrenta la educación de adultos en un contexto donde las desigualdades sociales y económicas aún son una barrera para muchas personas. Sin embargo, el documental también destaca cómo, con creatividad, compromiso y políticas inclusivas, es posible romper con esas limitaciones y ofrecer verdaderas oportunidades educativas.
Fotos: Primeras Escuelas de adultos en Argentina. Revista Billiken.
Portada: Imagen extraída de la compilación de materiales de la CREAR, realizado por el Ministerio de Educación de Argentina, 2008.