De Kafka a Camus: cómo la natación y el fútbol forjaron a dos gigantes literarios

Franz Kafka y Albert Camus, figuras icónicas de la literatura del siglo XX, compartieron no solo un talento excepcional para la escritura, sino también una pasión por el deporte desde sus días de escuela. Esta conexión con la actividad física jugó un papel fundamental en su desarrollo personal y profesional, ofreciendo lecciones de vida que trascendieron a sus obras literarias.

 

Franz Kafka y Albert Camus

Kafka, autor de obras como "La metamorfosis" y "El proceso", y Camus, creador de "El extranjero" y "La peste", encontraron en los deportes una forma de expresión y refugio. Aunque sus disciplinas eran diferentes —Kafka, la natación; Camus, el fútbol—, ambos compartían una profunda conexión con estas actividades que influyeron en sus vidas y obras literarias.

 

Franz Kafka: el nadador de Praga

Franz Kafka, nacido en 1883 en Praga, se enfrentó a una infancia y adolescencia marcadas por la presión académica y las altas expectativas de su familia. 

Conocido por sus obras que exploran la alienación y el absurdo de la existencia humana, encontró en la natación una manera de escapar de su vida cotidiana y de sus problemas de salud. Kafka era un nadador apasionado y practicaba regularmente en el río Moldava en Praga, una ciudad con varios ríos y piscinas que frecuentaba para nadar. 

Kafka sufría de múltiples problemas de salud, incluyendo tuberculosis, lo cual le causaba un gran malestar físico y mental. La natación le ofrecía una forma de terapia corporal y anímica, brindándole alivio y una sensación de libertad en el agua que contrarrestaban su rutina de trabajo y su vida personal opresiva.

 

Reflejo en su obra literaria 

Si bien Kafka nunca escribió extensamente sobre la natación en sus obras literarias, sus diarios y cartas revelan cómo el deporte influenció su perspectiva sobre la vida. El acto de nadar se aprecia en su escritura como una metáfora de sus temas recurrentes de búsqueda de libertad y purificación. En sus cuentos y novelas, los personajes de Kafka a menudo buscan una salida a su existencia claustrofóbica, similar a su búsqueda personal de alivio en el agua. Aquí van algunos ejemplos en su escritura:

 

Carta a Milena Jesenská (11 de septiembre de 1920):

En esta carta, Kafka describe cómo la natación era una parte integral de su vida, incluso en tiempos de enfermedad:

"El baño en el río o en el mar (en el caso de que pudiese bañarme de nuevo alguna vez) significa una renovación total. Mientras estoy en el agua, me siento libre y con fuerzas; es una forma de vida completamente diferente."

 

Diario de Kafka (2 de julio de 1911):

Kafka escribe sobre la sensación de libertad que experimenta al nadar, una necesidad vital para él:

"La única cosa que me da verdadera satisfacción es nadar. Desearía poder estar en el agua todo el tiempo. El agua me permite ser quien realmente soy, sin ataduras, sin preocupaciones."

 

Carta a Max Brod (15 de junio de 1902):

En una carta a su amigo y mentor Max Brod, Kafka expresa su amor por el agua y cómo nadar le ayudaba a liberar su mente:

"Estuve nadando en el Moldava esta mañana. El río me tranquiliza y me da una sensación de renovación que ninguna otra cosa puede darme. Cuando nado, dejo atrás mis pensamientos oscuros y encuentro un poco de paz."

 

Diario de Kafka (17 de julio de 1912):

Aquí, Kafka menciona la importancia de la natación para su bienestar físico y mental, especialmente en momentos de estrés:

"Hoy nadé durante una hora. El agua estaba fría pero me sentí vivo. La natación es mi única fuente de consuelo y fortaleza. Cada brazada me ayuda a olvidar las tensiones del día."

Franz Kafka y Albert Camus

Albert Camus: el guardián del arco

Albert Camus, nacido en 1913 en Argelia, creció en un entorno modesto donde el fútbol era una parte vital de la vida cotidiana. A los 16 años, Camus se destacó como portero en el equipo del Racing Universitaire d'Alger, encontrando en el deporte una forma de expresión y aprendizaje.

Premio Nobel de Literatura y filósofo existencialista, tenía una conexión profunda con el fútbol que comenzó en su juventud y continuó a lo largo de su vida.

Como portero, aprendió sobre la importancia del equipo, la responsabilidad individual y la gestión de la derrota y la victoria. Estas experiencias influyeron en su visión del mundo y en su filosofía existencialista, que enfatiza la importancia de enfrentar el absurdo de la vida con dignidad y perseverancia.

 

Influencia en su filosofía y obras:

La ética y el espíritu de camaradería que Camus experimentó en el fútbol se reflejan en sus escritos filosóficos y literarios. Obras como "El mito de Sísifo" y "La peste" exploran temas de solidaridad, lucha y la condición humana, resonando con las lecciones que Camus aprendió en el campo de fútbol. 

 

Entrevista con la revista "France Football" (1957):

En esta famosa entrevista, Camus habla sobre cómo el fútbol le enseñó lecciones fundamentales sobre la vida y la moral:

"Después de muchos años en los que el mundo me ha permitido hacer muchas cosas, lo que más sé de moral y de las obligaciones de los hombres se lo debo al fútbol, a mis años en el Sporting Club Universitario de Argel."

 

Entrevista en el periódico "L’Equipe" (1959):

Camus describe cómo el deporte, en particular el fútbol, fue esencial en su formación personal y profesional:

"El fútbol me dio la posibilidad de comprender el compañerismo y la solidaridad. Aprendí que una pelota nunca llega sola a la portería, sino gracias al esfuerzo de todo el equipo."

 

Diario de Camus (15 de noviembre de 1939):

Camus reflexiona sobre su amor por el fútbol y cómo le ofrecía una vía de escape y una lección de humildad:

"Jugar al fútbol me hacía sentir más conectado con el mundo. En la portería, me sentía a la vez solo y parte de algo más grande, una lección de humildad que nunca olvidaré."

 

Carta a su amigo René Leynaud (1 de enero de 1942):

En esta carta, Camus comparte su perspectiva sobre el juego y su impacto en su filosofía de vida:

"El fútbol no es solo un juego, sino una manera de vivir. En cada partido, hay que enfrentarse a la derrota y a la victoria con la misma compostura, una enseñanza que trasciende el campo de juego."

 

"El primer hombre" (1994):

Aunque publicada póstumamente, esta novela autobiográfica refleja la influencia del fútbol en la vida de Camus. En ella, recuerda sus días como portero y cómo el deporte moldeó su carácter:

"En el equipo, aprendí que la verdad y el esfuerzo son los caminos más cortos hacia la felicidad. La vida se parece mucho a un partido de fútbol: uno debe seguir luchando, siempre, sin importar las adversidades."

Para Kafka y Camus, los deportes no eran solo una actividad recreativa, sino una parte esencial de sus vidas que se entrelazaba con su trabajo literario y filosófico. Kafka utilizaba la natación como una vía de escape y alivio, mientras que Camus veía el fútbol como una escuela de vida que le enseñó lecciones sobre la existencia humana.

 

*Fotos: 

Un gran nadador - Gegenüber - Goethe-Institut

Albert Camus, entre el fútbol y las letras. José Urriola