Maestras y Maestros en el deporte
Alicia Casamiquela en el vóley, Sabella en el fútbol, el Negro Echevarría en el básquet y Mara Ramos en una escuelita que es mucho más que fútbol. Cuatro historias que pretenden ser un homenaje para todas esas entrenadoras y todos esos entrenadores que trascienden sus roles

Una mujer observa que una de sus jugadoras llora; se acerca y le obsequia una caricia que calma. Un hombre detecta que un futbolista está distraído; lo frena y le pregunta por su familia. Otro hombre, que en sabiduría se asemeja al anterior, le explica a un chico que para ser un gran deportista la buena conducta es fundamental. Otra mujer, de corazón gigante como la primera, llega al entrenamiento con un remedio para la tos.
Son entrenadoras y entrenadores y son, también, mucho más que entrenadoras y entrenadores. Alicia Casamiquela, Alejandro Sabella, Osvaldo Echevarría y Mara Ramos son –en presente en los cuatro casos– Maestras y Maestros. Esta nota no pretende resaltar sus logros, que por supuesto fueron muchos; la premisa de estas líneas es destacar el costado humano y que estas historias oficien de homenaje para todas esas personas que utilizan a los deportes para inculcar valores.
Un claro ejemplo de docencia en el deporte es el de Casamiquela, ciudadana ilustre de La Plata y la primera mujer de Sudamérica en llegar a ser entrenadora de vóley de alta competencia. Alicia formó a cientos de chicas en Gimnasia y el verbo “formar” va más allá de todo lo referido a lo técnico-táctico de la disciplina en cuestión. Durante décadas fue la segunda mamá de muchísimas jugadoras.

“Ella confió en mí desde el primer momento. Fue la que me incentivó para que jugara al vóley, la que pidió una beca para mí, la que me aconsejó y la que siempre me preguntó si necesitaba algo. Ella en Gimnasia era entrenadora, pero en realidad cumplía muchos roles porque estaba todo el tiempo con nosotras”, dice Tatiana Vera desde Austria, país donde continúa su carrera deportiva.
La capital bonaerense, en este siglo, también disfrutó a Sabella. Un director técnico de fútbol y, al mismo tiempo, un director técnico para la vida. Su currículum como DT señala que ganó dos títulos con Estudiantes y un subcampeonato mundial con el seleccionado argentino. Sus dirigidos, sin embargo, eligen elogiar a la persona.

“Alejandro siempre fue un tipo de perfil bajo, que para nosotros significó más que nuestro entrenador. Él era un sabio que siempre tenía la palabra justa, tanto para decirnos lo bueno como para marcarnos algo malo. Fue un ser humano extraordinario y un docente para el ambiente del fútbol. Le gustaba ayudar al jugador y no sólo dentro de la cancha”, afirma el exfutbolista Gastón “la Gata” Fernández. Palabras sentidas, como aquellas que tuvo a fines de 2020 cuando Sabella falleció: “Descansá en paz, PROFESOR, te recordaremos por siempre. Gracias por cada momento compartido y por ser un padre para muchos de nosotros. Te amo para siempre”.
Del vóley al fútbol y del fútbol al básquet. El deporte de la pelota naranja atesora grandes Maestros. Claro que sí. Uno de ellos, que brilló en Mar del Plata, fue Osvaldo Echevarría. El Negro. Uno de los mejores formadores de basquetbolistas de la Argentina, y el que descubrió y moldeó al NBA Facundo Campazzo. Un entrenador excelente y un consejero excepcional.

“Fue una persona determinante en mi vida y en mi carrera. Me ayudó a mejorar en todos los aspectos, me cuidó, me protegió y me impulsó. Yo era muy joven, casi un nene. Lo valoraré siempre: nada de lo que ocurrió después hubiese pasado sin el sello de Osvaldo”, le cuenta el propio Campazzo a Microscopía. Diego Cavaco, exjugador de básquet de larga trayectoria en la Liga Nacional y actual entrenador de Kimberley de Mar del Plata, se expresa en idéntica sintonía: "Fue un técnico especial para mí, con quien compartí tres años muy lindos. Fue el que formó mi juego, el que me guió y el que me inculcó la importancia del esfuerzo. Para muchos de nosotros, que pasábamos horas y horas en el club, él representó un padre por el tiempo que nos dedicó".
El conurbano bonaerense también posee Maestras y Maestros que forman y educan a través del deporte. Una de ellas es, sin dudas, Mara Ramos. La exfutbolista de la selección (defendió la camiseta de la Argentina entre 1994 y 1998) hoy le dedica seis días de la semana a la escuelita Las Primeras de Fiorito, un club de fútbol que nació a la inversa de la mayoría: es femenino y además tiene masculino. Allí, rodeada de más de cien nenas y nenes, hace un poco de profe y un montón de mamá. Junto a Marcos Marín, Mara realiza un invaluable trabajo social: desde aportar ropa y calzado hasta conseguir comida y medicamentos.

“Ella se da cuenta si los nenes tienen problemas y hace todo para ayudarlos. Es una persona especial y su energía contagia. Mis hijas, por ejemplo, están muy entusiasmadas: se pasan la semana esperando que lleguen los martes y los jueves para ir a la escuelita”, confiesa Valentina, mamá de Bianca y Morena, de 12 y 15 años. “Nunca había estado en mis planes dirigir, pero por suerte mi amiga Ramona Lencina me convenció a principios del año pasado. Hoy me genera mucha satisfacción y no puedo dejar de pensar en que a los chicos no les falte nada. Estar con ellos es algo que realmente me llena”, asegura Mara.
Alicia Casamiquela, Alejandro Sabella, Osvaldo Echevarría y Mara Ramos. Cuatro historias, un homenaje para todas esas entrenadoras y todos esos entrenadores que trascienden sus roles. Maestras y Maestros en el deporte. Docentes para la vida.
*Fotos: Nicolás Salvioli, Prensa Estudiantes de La Plata, Prensa Peñarol de Mar del Plata y gentileza de Mara Ramos.